Triste Otoño de Amor.

Un colectivo ha chocado contra los suburbios sociales que sufrimos, un tornado giró en torno de la locura mundial y nuestras almas han salido volando como hojas. Por mas cuerdos que estuviéramos no nos salvaríamos, porque fuimos parte y culpable de la tormenta que inundo nuestras mejillas, del rayo que quebró nuestra voz.
Nadas en un florero, descansas sobre pétalos caídos, y te asomas a ver el paisaje mas hermoso. La felicidad de esa persona que ya no esta a tu lado pero a pesar de todo le deseaste el bien.
No es una historia de amor como la de Beethoven, ni las cuatro estaciones de Vivaldi, tan dulces, sensatas y redondas, tan felices comenzando con la hermosura sin palabras, transcurriendo toda una vida y terminando igual, demostrando que hasta un mudo puede hablar, que un ciego podrá apreciar las nubes que lo acompañan en su andar. Inclusive el alma mas fría podría conmigo llorar, entendiendo los obstáculos de la vida que cada uno tendría que atravesar.
Tu vida se transformo en un soneto, tan diverso y especifico, tan espaciado y tan triste, tan solitario y doloroso, tan tan, tal que un día abrió las alas y con el viento de tu lado te dejaste llevar, recorriste el mundo que la naturaleza, sabia, te ofreció. Te has trepado a esta rama y al instante se quebró, has caído en este suelo y al instante se rajó, has llegado al infierno y tu vida, terminó.