Una espina, un fracaso

Un cuerpo vacío, carcasa de acero tan duro pero hueco, sin alma, sin vida, ni ganas de vivir.
Un entorno que te enciende como un cigarro y poco a poco te consume, y te consume, y te consume esparciendo cenizas en un horizonte sin fin. 
Nada quiero, nada necesito, o nada quiero necesitar; tengo ganas de cambiar, de cambiar el mundo que me rodea, de cambiar el entorno que me enferma y no me hace bien. 
Todo ha salido mal una y otra vez, tantas veces como venas en mi cuerpo derramando sangre de mis dedos suplicando un viaje al pasado. Has fracasado en cada propuesta, te has convertido en un infeliz por exigencia, un pesimista por experiencia, y te has dormido en tu existencia.
Solo quieres encerrarte, encerrarte y dormir la cantidad de veces que sea necesario para no vivir. Tus errores se han convertido en la mochila mas pesada que tienes que cargar en este desierto, que si de abandonarla dependiera, tu vida no sería lo que era. Tal vez no mueras, y tengas vida eterna, ese inmenso karma que no te ha dejado dormir en muchas noches, tener la pesadilla de una vida tras la vida o una reencarnación, tortuosa para el mundo.
Y hoy aunque no sea, festejaré mi cumpleaños, y así cada día de mi vida, no agradeciendo el tiempo vivido, sino el tiempo que queda por vivir. Pues dicen que solo un loco festejaría su cumpleaños, y ese día tu harás excepción a todo y pensaras como nunca lo has hecho, recordarás a lo que ya no están en silencio, contando con la compañía de quien ha decidido quedar a tu lado.
Quieres escapar, quiere girar el reloj de arena y pedir otra oportunidad, para no cometer estos errores tan dolorosos y jóvenes que la vida nos clavó.
Mañana aunque no tenga ganas, despertaré para no pestañear, iré hacia el más lindo campo y seleccionaré, no para mi, las mejores flores para hacerme un bien. Me perfumaré con el aroma mas natural que encuentre cerca, e iré en busca de dos ojos de cristal, que con ellos pueda oler, escuchar, mirar, amar y sonreír, que ellos agarren mi mano y por escasos segundos llene mi cuerpo de todo su ser...