Amor por la sabiduria

¿Sabes? Lidiar con la muerte no es nada fácil, convivir con ella día y noche menos. El curar y prevenir mi propia muerte no es un placer que deseo cumplir. Pues todo esta escrito ya, al punto que alguien de cinco siglos atrás ha predecido terremotos. Ni Dios, ni Mahoma, el debe tener su biblioteca con tantos libros como personas existentes de hoy, ayer y mañana, con la vida de cada uno de los que vendrán y vinieron.

Que mas da estar aquí, si algún día no lo recordaremos, si algún día dormiremos y jamas despertaremos. Ilusamente soñamos con amores secretos, que nadie se enteraría, y que pasará si todo estuviese escrito, en cerebros aunque sea, nada sería sorprendente, nadie sería feliz. Bien dime de que alardeas y te diré de que careces, dime todo lo que amas, y te diré todo lo que no eres. Una secta perdida en una montaña alberga secretos interminables de hormigas creadoras de cuevas refugiadas de la peste humana. 

Un libro integra secretos invisibles a las letras partidarias de una vida, de un escritor pensador y narrador de una historia, tal vez, de un secreto y a su vez, secretos en sus neuronas que jamas saldrían, que ni el los podría narrar por el hecho de desconocer su descendencia. 

Un reloj mismo esconde secretos, a la vista de todos nosotros y tan lejano de nuestras narices, esconde sentimientos que viajan a lo largo de personas que esperan a otras, esconden ansias de un momento justo donde nadie, mas nadie pueda escuchar lo que dice el corazon, solo el reloj.