No hay palabra que me pueda definir,
no hay palabra que pueda compartir.
Me siento solo rodeado de gente,
con fama de matar tan de repente.
Unas pocas letras a un oído,
pueden querer hacerlo testigo,
de una falsedad mi amigo,
de ese abrazo de enemigo.
Ese que sabes que te señala,
pero tu bondad es mas fuerte,
mas si aquel te apuñalara,
mas bien, tu has querido la muerte.
Caminando con los ojos cerrados,
se busca el cielo aunque no quiera,
se esconde la llave del candado,
del planeta que quisieras.
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