Detrás de actos invisibles, y palabras intocables, hay sueños ¿sabías?
Detrás de una confesión hay pensamiento, detrás pez hay un mar de preguntas. Nadé, escalé y caminé por todos los relieves, en todos sus estados, incluso volé y en el cielo te busqué también, pero no eras para mi, eras un ángel perteneciente allí arriba. Te busque en mis ojos, en mi ser, y mis palabras, que como tales se fueron al ritmo del viento junto a las tuyas de compromiso.
Soñar fue tan fácil, tanto como me desilusionaste. Pero creer otra vez en simples letras formando una oración sin sentido, no quiero vuelva a pasar, no quiero caer en la tentación de tu cuerpo y la enfermedad de tus ojos.
Viaje escazos metros pero hubiera hecho millas por simple bondad, por simple inocencia de creer siempre en tu lengua mentirosa, y la eterna ambición de formar edificios de felicidad dentro mío que un avión destruiría.
Tal como un casino, la casa nunca pierde, y me han dejado tirar dados incontable cantidad de veces. Pero la casa nunca pierde, y gane millones, y perdí trillones. La casa nunca pierde...
Déjame, déjame que me pierda en la inmensidad de tu alma, déjame afirmar todo lo que soñé, déjame que sueñe contigo otra vez
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