Vendí mi alma al cielo, ya no la necesitaba si te tenia a mi lado. No había rastros de mi cuerpo, mi vida ya no era mía, mis ojos solo te miraban y mis pies dejaban tus huellas. Abrazamos las estrellas, caminamos hacia la luna, vimos el amanecer a escazos metros y vimos lo mas profundo del mar desde adentro.
Hoy escalo la pirámide mas alta que encontré, para de cerca pedir al cielo, mi alma nuevamente.
Si por mi fuera no estaría aquí, yo no elegí venir pero ya estoy acá, formo parte del tablero y tengo un Rey que defender. Pues pido mi perdón mas sincero, al Dios que mi alma tiene.
Eros me ha confundido, Dios del amor que tan bueno parecías, todo eres capaz de destruirlo, si de ti depende el amor y el desamor. Me has dejado solo flotando sobre un trozo de hielo en el medio del mar, esta balsa que encontré para sobrevivir no avanza ni persiste.
Me estoy volviendo loco, me estoy muriendo poco a poco. Los peces trabajan como palomas y me traen mensajes desde la lejanía que nada esta bien, que todo empeora a cada minuto.
Intento avanzar contra la corriente, remando con mis manos en una temerosa agua, ya no me quedan dedos siquiera, me has cortado las piernas y tengo una abertura en mi corazón que se desangra a cada segundo, que mancha este océano que recorro de tristes sentimientos.
No tuviste mejor idea que rendirte, sumergirte y conocer que hay debajo de ti para nunca mas volver. Y cuando creíste que te ibas a encontrar con tu pasado mas oscuro, viste en tu sangre que todavía queda porque vivir y con la fuerza de tu espíritu soñas con tu destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario